ESTRATEGIAS DE DESAPALANCAMIENTO
TEXTO (PDF): https://yadi.sk/i/aKGeB_R_C3n2Kw
1. El
desapalancamiento de la economía occidental parece ser el gran reto al que
pretende enfrentarse el proyecto corporativo “Gran Reinicio” aprovechando el
contexto de la pandemia COVID-19.
2. Esto
supone considerar que la reducción drástica de los niveles de
sobre-endeudamiento acumulados por Occidente durante las 4 últimas décadas es,
probablemente, el reto más necesario y, a la vez, el más difícil de resolver
para nuestras economías.
3. Como
veremos, tratándose de un reto esencial, no es el único ni quizás el más
importante, puesto que el reto de diseñar un modelo capaz de mantener el
desarrollo económico sin sobre-endeudamiento es el reto pendiente que se
encuentra a la vez en el origen del problema de fondo del modelo neoliberal y
también, necesariamente, en el diseño del nuevo modelo de desarrollo que
sustituya al neoliberalismo.
4. En
principio, hay distintas estrategias posibles para poner en marcha procesos de
desapalancamiento. Podemos partir como referencia del interesante estudio histórico
que elaboró McKinsey en 2012 (“Debt and deleveraging. Uneven progress on the
path to growth”). En él se analizaron las estrategias básicas utilizadas en
distintos procesos de desapalancamiento aplicados a lo largo del siglo XX y,
fundamentalmente, a partir de la década de los años 70. En el cuadro que
recogemos a continuación se recoge el número de procesos en los que se aplicó
cada estrategia, su duración media y mediana y el resultado medio y mediano de
cada una de ellas.
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DURACIÓN Y ALCANCE DEL
DESAPALANCAMIENTO DESPUÉS DE UNA CRISIS FINANCIERA |
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5. Siguiendo
este análisis, nos encontramos con 4 tipos de estrategias básicas para un
proceso de desapalancamiento:
-
Austeridad
-
Alta inflación
-
Impago masivo
-
Crecimiento
6. En
principio, es de tener en cuenta que sólo 1 de los 32 procesos analizados se
basó en una estrategia de crecimiento económico. Esto no es del todo extraño,
puesto que casi todos los casos se refieren al período neoliberal, en el que,
con carácter general, el sobre-endeudamiento ha sido una consecuencia del
insuficiente crecimiento natural de la economía. La economía europea ha vivido
períodos en los que se esperaba que la continuidad del crecimiento permitiera
reducir la aplastante carga de la deuda, pero ninguno de estos períodos ha
durado lo suficiente. El último de ellos, durante los años 2016-2019.
7. La
propia urgencia y dramatismo del proyecto Gran Reinicio parece indicarnos que las
élites económicas ya han renunciado a esperar a que el crecimiento de la economía
puede resolver los problemas de fondo y han apostado por medidas más drásticas
para hacer frente al reto de la burbuja financiera occidental.
8. Esto
nos sitúa ante un contexto en el que, a corto plazo, quizás en el propio 2022,
nos enfrentaremos a un contexto en el que las élites occidentales pondrán en
marcha estrategias agresivas de austeridad, inflación o impagos masivos, dentro
del contexto de la pandemia y del proyecto Gran Reinicio. Lo más probable es
que, dada la dimensión del reto, se utilice una combinación de las tres
estrategias.
9. Las
referencias históricas del análisis de McKinsey son de gran interés conceptual,
pero es necesario ser prudentes a la hora de interpretar sus datos de forma más
concreta. La práctica totalidad de los procesos analizados –salvo el caso de
EEUU en los años 30- se desarrollaron en un contexto de crisis financiera pero
de relativa normalidad política. Esto significa que las posibilidades de
utilizar los distintos mecanismos de austeridad, inflación o impagos estaban en
estos casos limitadas por la necesidad de evitar el desbordamiento de la
desestabilización política y social.
10. Para bien o para mal, todo parece indicar que
la élite corporativa impulsora del Gran Reinicio considera a la pandemia
COVID-19 como una oportunidad histórica precisamente porque el contexto
sanitario, social y político que se está configurando, va a hacer posible
adoptar medidas sin precedentes históricos por su dimensión y su trascendencia,
sin que las resistencias sociales vayan a ser capaces de detener o desviar el
proceso. Esto nos obliga a tener en cuenta hipótesis de trabajo impensables en
otros contextos históricos.
“EL FUTURO DE EUROPA. Bases para un nuevo modelo”
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