TECNOFEUDALISMO E INSTRUMENTOS DE EXTRACCIÓN DE RECURSOS
TEXTO (PDF): https://yadi.sk/i/957XW06zWBxlrw
1.
El punto de
partida del proyecto tecno-feudal del “Gran Reinicio” es la creciente dificultad
de las grandes corporaciones de utilizar los instrumentos tradicionales del capitalismo
para mantener los beneficios y el poder económico y político.
2.
Por supuesto,
esto no significa que esos instrumentos tradicionales desaparezcan. Significa
que la élite corporativa necesita más. Los beneficios directamente generados por
sus empresas a través de la gestión “competitiva” son insuficientes. La cuestión
es cómo complementar estos beneficios.
3.
Por un lado,
nos encontramos con la estrategia ya desplegada en el contexto COVID-19 para
extender la cuota de mercado de las grandes corporaciones a costa de las
pequeñas y medianas empresas.
4.
Por otro
lado, desde un punto de vista defensivo, la élite corporativa necesita evitar a
toda costa el riesgo de políticas públicas que controlen el núcleo de su poder
corporativo, ya sea a través de nacionalizaciones o de políticas anti-trust. Esto
hace imprescindible reforzar el control político de los gobiernos occidentales.
En realidad, ninguno de estos dos instrumentos se desmarca
radicalmente de procesos más o menos habituales en la historia del capitalismo.
5.
Lo que supone
probablemente un cambio cualitativo en el tecno-feudalismo es probablemente el
objetivo de convertir al Estado en un instrumento fundamental de extracción de
recursos a favor de la élite corporativa. Por supuesto, las grandes
corporaciones siempre han intentado utilizar al estado para aumentar sus
ingresos, pero quizás no en la dimensión y con la relevancia que ahora se
pretenden.
6.
Esta
implicación del Estado en la generación directa de ingresos para las grandes
corporaciones resulta evidente en sectores clave para las mismas:
a)
Industria militar,
fundamentalmente en Estados Unidos
b)
Sector
financiero, a través de los rescates y las políticas monetarias
c)
Energías
renovables (y, probablemente, energía nuclear a partir de ahora)
d)
Sector sanitario
y farmacéutico
7.
Si atendemos
a los sectores corporativos clave y a la confluencia de intereses existente
entre los mismos a través de los fondos de inversión, podemos vislumbrar que la
extracción de recursos a través del Estado puede fácilmente dejar de ser un
instrumento complementario de la generación de beneficios de las grandes
corporaciones para pasar a convertirse quizás en el instrumento fundamental.
8.
Precisamente
el papel del Estado en la extracción de recursos parece alejar a este modelo
del concepto tradicional de “feudalismo”. A pesar de que el Estado no sea en
este caso sino un instrumento intermedio para la transferencia final de estos
recursos a las grandes corporaciones.
9.
No obstante,
es muy posible que este papel del Estado pueda ser transitorio. Si las grandes
corporaciones van consolidando su poder económico y político, pueden tender a
sustituir progresivamente al Estado en esta función y convertirse ellas mismas
en captadoras directas de estos recursos. Para que ello sea posible deben
disponer de instrumentos alternativos a la coacción estatal para asegurar que
los ciudadanos canalizan una parte sustancial de sus ingresos hacia las grandes
empresas, ya sea de forma voluntaria, inducida o a través de nuevas formas de
coacción distintas de la estatal.
10.
Por supuesto, si esta extracción de recursos
no tiene una contrapartida de generación de riqueza para el conjunto de la
sociedad, sólo se podrá mantener en el tiempo mientras instrumentos extra-económicos
de control social (control de la información, coacción directa o indirecta) lo
permitan. Las corporaciones necesitan para ello del Estado, porque no disponen
todavía por sí mismas de instrumentos de coacción física relevantes, aunque los
subcontratistas privados de defensa están alcanzando un peso en este sentido
preocupante.
“EL FUTURO DE EUROPA. Bases para un nuevo
modelo”
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