El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo ¿FIN DEL NEOLIBERALISMO O FIN DEL CAPITALISMO?

1.     Si nos colocamos en el contexto del proyecto “Gran Reinicio” liderado por las grandes multinacionales, se trataría de aprovechar la “oportunidad histórica” que la pandemia COVID-19 supone para provocar la voladura controlada de un sistema neoliberal que lleva muchos años sostenido artificialmente a través del sobre-endeudamiento y la explotación masiva de mano de obra barata.

2.     Teniendo en cuenta los distintos debates surgidos al respecto, es interesante plantearnos si, en el supuesto de que la transición prevista se produzca tan rápidamente como se espera, nos encontraríamos ante el fin del neoliberalismo como modelo capitalista dominante en Occidente desde hace 4 décadas o más bien ante el fin del sistema capitalista en cuanto tal.

3.     Los protagonistas del “Gran Reinicio” son conscientes de que, como primera etapa, deben abordar cuanto antes el proceso de desapalancamiento o amortización de deuda global, por complicado que sea social y políticamente. Pero está claro que no es suficiente.

4.     Es el propio modelo neoliberal el que, por su falta de dinamismo económico, ha hecho necesaria desde el primer momento la acumulación constante de sobre-endeudamiento. Es necesario un nuevo modelo que sea sostenible desde esta perspectiva. Las grandes corporaciones ya han diseñado su nuevo modelo y lo que nos planteamos ahora es si ese nuevo modelo será o no un modelo que podamos calificar como “capitalista”.

5.     Sabemos que es un modelo “corporativo”, basado en una extraordinaria acumulación de poder económico, social y político en manos de las grandes corporaciones, en un contexto probablemente de “dictadura corporativa”.

6.     La cuestión a analizar es si los mecanismos básicos de este modelo económico se basarán en la rentabilización y acumulación del capital invertido en una economía de mercado.

7.     Todo parece indicar que el Estado, aunque crecientemente sometido a las grandes corporaciones, jugará a partir de ahora un papel clave como instrumento de acumulación para las mismas. Las grandes corporaciones tendrán carácter monopolístico y tampoco actuarán en base al régimen de competencia entre ellas. Es decir, esto no sería realmente una acumulación de carácter capitalista ni socialista, sino más propiamente cercana al régimen feudal (de ahí el término “tecnofeudalismo”) o a lo que en su momento se denominó modo de producción “asiático”. Al concepto de “feudalismo” nos acercaría una creciente debilidad del Estado, cuyas funciones –tanto de prestación de servicios como de carácter coactivo-serían progresivamente trasladadas a las grandes corporaciones.

8.     Lógicamente, ningún sistema económico se crea de un día para otro. En cualquier caso, estaríamos ante un embrión de un nuevo sistema. Los pasos políticos fundamentales se pretenden dar durante los próximos años, aprovechando el contexto de la pandemia COVID-19, y ello puede cambiar radicalmente el panorama institucional de Occidente.

9.     En síntesis, todo parece indicar que, aunque el conjunto de la sociedad y la economía siga durante bastante tiempo basándose en el sistema económico capitalista, el proyecto de la élite corporativa nos lleva con gran rapidez hacia un modelo capitalista “corporativo”, basado en el carácter dominante de un núcleo no ya capitalista sino “tecno-feudal”, constituido por las grandes corporaciones occidentales y sustentado políticamente en un modelo de “dictadura corporativa”.

 

“EL FUTURO DE EUROPA. Bases para un nuevo modelo”
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