LA REESTRUCTURACIÓN FINANCIERA NO ES SUFICIENTE
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1.
Parece
existir un amplio consenso en el análisis económico a la hora de entender que
la economía occidental, tanto europea como norteamericana, se ha financiarizado
excesivamente durante las últimas décadas.
2.
Esta
financiarización tiene distintas vertientes. Por un lado, la actividad
financiera ha adquirido un peso creciente dentro de la actividad económica. Por
otro lado, las entidades financieras han impulsado significativamente su papel
como inversores y accionistas de control en el conjunto de la actividad económica.
Finalmente, como sabemos, la relación entre deuda o activos financieros y
actividad productiva o PIB se ha desequilibrado de forma progresiva y radical.
3.
Cara al
futuro del modelo, nos encontramos también ante un importante consenso
conceptual sobre la necesidad de reestructuración tanto del sector financiero
como de la relación entre sector financiero y economía real. Este consenso quedó
claramente de manifiesto con el estallido de la crisis financiera en 2008. Sin
embargo, el aparente consenso no parece haber tenido consecuencias prácticas
sustanciales, aunque entre las mismas podamos incluir la evolución
crecientemente restrictiva de los Convenios de Basilea y su aplicación a la Unión
Europea.
4.
Es lógico
que, a la hora de plantearse el futuro del modelo de desarrollo europeo, las
distintas propuestas den un peso fundamental a la reestructuración financiera. Esto
es particularmente claro en las corrientes del nacionalismo conservador que, en
Europa y Estados Unidos, parecen centrar su modelo económico alrededor del
cuestionamiento de la globalización comercial y de esta reestructuración
financiera, fundamentalmente enfocada hacia los bancos centrales y la política
monetaria.
5.
Es cierto que
recuperar el equilibrio entre economía financiera y economía productiva es
necesario y debe considerarse como parte integrante del nuevo modelo de
desarrollo europeo. Las reformas estructurales en política bancaria y monetaria
parecen imprescindibles.
6.
Sin embargo,
centrar los retos del futuro del modelo de desarrollo en el ámbito financiero
puede inducirnos a un grave error. El error que se generaría si hacemos frente
a un problema sin resolver las raíces del mismo.
7.
Como
distintos analistas han puesto de manifiesto, la financiarización de la economía
europea no ha sido un hecho accidental, provocado por el afán de poder de ciertos
oligarcas financieros y por una corrupción política generalizada cómplice de
los mismos. De alguna forma, ésta parece ser la interpretación que de este fenómeno
se hace desde el nacionalismo conservador, al relacionar de forma tan estrecha
la reestructuración financiera con la lucha contra la corrupción.
8.
Todo parece
indicar que la financiarización fue una respuesta de la economía occidental (o
de la élite corporativa que la dirigía) ante su incapacidad para reanimar la
economía productiva tras la crisis de los 70. En este sentido, se trató de una
de las estrategias clave del neoliberalismo para recuperar la rentabilidad de
las inversiones.
Una estrategia que se manifestó en un doble sentido:
A) Como un instrumento alternativo para que los inversores
dispusieran de destinos rentables para sus recursos, ante la languideciente
evolución de la rentabilidad en el sector productivo
B) Como un instrumento para mantener –aunque fuese artificialmente-
el crecimiento de una economía que parecía no saber crecer sin un constante
impulso del endeudamiento y la financiarización.
9.
La
tendencia decreciente de la rentabilidad desde el boom de posguerra es una
constante en la economía occidental. Veamos el caso de EEUU, estudiado con
detalle por distintos analistas:
EVOLUCIÓN DE
LOS INTERESES Y RENTABILIDAD EMPRESARIAL. |
FUENTE: ANDRLE, M; HUNT, B.L. (FMI)[1] |
10.
De
esta forma, parece lógico entender que resolver el problema de los grandes
bancos, el petrodólar o la preocupante gestión de los bancos centrales no
parece suficiente. El peso desproporcionado del sistema financiero se ha basado
en una constante huida hacia delante de los inversores europeos que, no
encontrando rentabilidades suficientes en la economía real, conseguían estas
rentabilidades apostando por rentabilidades futuras a través de distintos
instrumentos financieros.
11.
Si Europa aborda la reconversión financiera de
fondo que se plantea desde distintos sectores sin abordar la reactivación de la
economía productiva, se encontrará probablemente ante un callejón sin salida. Esta
reconversión podrá quizás aliviar cargas acumuladas de deudas o trasvases
injustificados de recursos hacia el sector financiero, pero si no se encuentran
vías para reanimar la inversión productiva, la actividad económica colapsará o
surgirán de nuevo presiones de todo tipo para reactivar la financiarización
como vía de escape a corto y medio plazo.
“EL FUTURO DE
EUROPA. Bases para un nuevo modelo”
Otros
documentos de EKAI Center
ENTIDADES
COLABORADORAS:
[1] ANDRLE, M; HUNT, B.L. (2019) The Present
Value of Corporate Profits : A Forecasters’ Survey Perspective IMF