El Futuro de la Socialdemocracia EL OBJETIVO NO ES DINERO. ES PODER

1.      Es una pregunta que viene planteándose constantemente, a medida que va quedando claro que la gestión de la pandemia y del proceso de vacunación es en realidad una estrategia de las grandes corporaciones articulada a través de su férreo control de grupos políticos y medios de comunicación. Los inmensos trasvases de recursos que la gestión de la pandemia y la vacunación generan desde ciudadanos, autónomos y pymes hacia las grandes corporaciones nos llevan a pensar, en un primer momento, que el objetivo de la élite corporativa es –una vez más- utilizar su poder político y mediático para enriquecerse.

2.      Sin embargo, es fácil entender que el verdadero objetivo no puede ser sólo económico. Y que debe necesariamente incorporar un objetivo de acaparamiento de poder económico y político en manos de las grandes corporaciones.

3.      La razón fundamental es que la apuesta realizada por la élite corporativa es demasiado fuerte y arriesgada para que el objetivo sea sólo económico. El descaro con el que se ha puesto en marcha de forma coordinada el control de gobiernos y medios de comunicación sometidos a la élite corporativa es impresionante. La evidencia de una intervención corporativa coordinada es tan clara que –en una situación normalizada- sólo es cuestión de tiempo que las responsabilidades por todo este enloquecido proceso queden al descubierto.

4.      Esto significa que la oligarquía corporativa que controla Europa y Estados Unidos, al poner en marcha este proceso, sabe que no tiene marcha atrás y sabe que ese proceso, además de la apropiación de recursos económicos, debe necesariamente implicar una verdadera revolución política que, cuando menos, haga imposible la exigencia de responsabilidades por lo sucedido.

5.      Mantener un mínimo de condiciones democráticas en Occidente supone asegurar que los responsables acabarán en la cárcel para toda la vida, ante un pelotón de fusilamiento … o colgados de las farolas.

6.      La única forma de evitarlo es, necesariamente, una dictadura corporativa (que, como sabemos, es la definición de una dictadura de carácter fascista). Lamentablemente, todo parece indicar que en ello estamos.

7.      Todo parece indicar que esa dictadura corporativa no es sino el soporte político necesario para el proyecto de nuevo modelo de desarrollo que las grandes corporaciones han denominado “El Gran Reinicio”. De cualquier forma, aunque no hubiera sido el objetivo fundamental, ahora no tendrían otra salida.

8.      La única barrera frente a esta revolución corporativa o fascista es organizar cuanto antes la oposición popular, articulada en torno a un frente democrático antifascista, en el que la socialdemocracia debería cuanto antes posicionarse activamente. Probablemente sólo nos quedan unos meses.

Documentos sobre El Futuro de la Socialdemocracia

Otros documentos de EKAI Center

ENTIDADES COLABORADORAS: