CAMBIOS EN SOROS & CÍA

1.     Durante los últimos días, se han difundido dos noticias de gran interés sobre el “Grupo Soros”:

-         Por un lado, un incremento de otros 18.000 Millones de dólares en las fundaciones financiadas por Soros,

-         Por otro lado, el que estos nuevos recursos esta vez parecen ir fundamentalmente destinados a Asia, Africa y Latinoamérica más que a Europa y Estados Unidos.

2.     Durante el año 2021, la Open Society financiada por Soros ha procedido a una selección de prioridades entre las organizaciones financiadas en Occidente, enviando a las restantes una “última ayuda” destinada a asegurar un “cierre ordenado” o, en su caso, los “despidos ordenados” que sean necesarios.

3.     Recordemos que Soros no es, ni mucho menos, el supuesto magnate que controla realmente el mundo, como algunos han parecido entender. En realidad, no es más que un agente de la oligarquía corporativa a través de la inteligencia británica. Incluso se ha llegado a decir que el nuevo Presidente de la Open Society -Sir Mallock Brown- es, en realidad, el interlocutor de la élite corporativa a quien reporta el propio Soros. También se argumenta –con mucho sentido- que Soros no es realmente el propietario de su fortuna, sino que la misma se le ha facilitado a través de distintas operaciones especulativas precisamente para que la gestione como tal agente de las grandes corporaciones británicas y occidentales en general.

4.      Soros es, simplemente, un agente encargado de operaciones “abiertas”, con el papel de dar la cara públicamente asumiendo la supuesta responsabilidad de financiar distintas actividades de interés para la oligarquía corporativa.

5.     Esto no significa que las actividades de Soros no sean importantes. Lo son, fundamentalmente, en la medida en que nos revelan qué tipo de actividades está impulsando la élite corporativa y qué organizaciones y personas de nuestro entorno se han puesto al servicio de las mismas.

6.     Con la enorme disponibilidad de recursos financieros de este tipo de fondos no resulta difícil controlar todo tipo de actividades culturales, sociales o políticas a cargo de personas o grupos dispuestos a venderse.

7.     Pensemos en los grupos políticos, asociaciones o medios de comunicación de nuestro entorno. ¿Cuánto se necesita para comprarlos? Pongamos que 1 millón por cada diario, 1 millón por cada asociación y, quizás, entre 20 y 100 millones por cada partido político. Todos ellos llamándose de izquierda, de derecha o de centro pero que, a partir de ese momento, se convierten en instrumentos de la oligarquía corporativa. ¿Qué son estas cantidades cuando se dispone de 32.000 millones de euros? Son cantidades más que suficientes para comprar a todos los periódicos, las asociaciones y los partidos políticos de Europa no una sino diez veces.

8.     El termómetro es muy claro. Basta con contemplar en qué medida los respectivos diarios, asociaciones o partidos se ponen al servicio de las sucesivas campañas mediáticas impulsadas por la élite corporativa (neoliberalismo, atlantismo, neoecologismo, versiones reaccionarias del feminismo, multiculturalismo …).

9.     Efectivamente, los intereses de las élites corporativas occidentales son equivalentes a las actividades financiadas por Soros. Y no es complicado contemplar el llamativo y constante sometimiento a las mismas en nuestro entorno.

10. Por supuesto, la Open Society de Soros es un instrumento importante para ello, pero en absoluto el único. Hay muchas otras fundaciones y servicios de inteligencia occidentales realizando una función similar, además de la tensión en tal sentido que las grandes corporaciones ejercen de forma directa. El interés del caso Soros es simplemente la mayor facilidad para seguir la pista de sus actividades.

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