Conciliación en tiempos de COVID CONCILIACIÓN Y TELETRABAJO

1.  La rigidez de los horarios laborales y la escasa implementación del teletrabajo eran dos de las características del mercado laboral antes de la crisis sanitaria. Así, según datos de Eurostat, siete de cada diez personas trabajadoras no tenían capacidad de decidir sobre sus horarios laborales y era principalmente la empresa quien los determinaba.

2.     El teletrabajo se ha impuesto como una realidad laboral en nuestra sociedad en época de pandemia, debido a la necesidad de reducir al mínimo la movilidad y el contacto físico entre personas. No obstante, no puede considerarse una opción laboral real para el conjunto de los y las trabajadoras. En el año 2020 el 10,9% de la población empleada de España trabajó desde casa de manera habitual (este porcentaje es de 12,1% para las mujeres y del 9,9% para los hombres). En el año anterior, en 2019, este porcentaje se situaba en el 4,8% tanto para hombres como para mujeres (Eurofound, 2020).

3.     En el caso de la CA de Euskadi, los últimos datos publicados para el año 2019 muestran que al 84,5% de la población ocupada no trabajaba ningún día en su domicilio y que tan solo el 5,5% lo hacía al menos la mitad de los días. En Gipuzkoa la situación en similar. Teniendo en cuenta los datos desagregados por sexo, son las mujeres quienes trabajan en el domicilio con mayor intensidad: el 6,1% de las mujeres ocupada frente al 5,1% de los hombres. El nivel de estudios también se muestra relevante, puesto que es la población ocupada con estudios superiores quienes trabajan en mayor proporción (23,4%) en alguna ocasión en el domicilio, frente a la población ocupada con estudios primarios y menos (9,8%).

Tabla 1: Población ocupada según trabajo en domicilio (%). 2019

 

Trabajo en domicilio

 

Al menos la mitad de los días

Ocasionalmente

Ningún día

C.A. de Euskadi

5,5

10,0

84,5

Territorio de residencia

Araba / Álava

4,9

8,5

86,6

Bizkaia

5,4

10,1

84,5

Gipuzkoa

6,0

10,5

83,5

Sexo

Hombres

5,1

9,8

85,2

Mujeres

6,1

10,2

83,8

Mayor nivel de estudios terminados

Estudios primarios y menos

3,8

5,0

91,2

Estudios secundarios y medios

4,1

6,2

89,7

Estudios superiores

7,6

15,7

76,6

Fuente: EUSTAT. Encuesta sobre la conciliación de la vida laboral, familiar y personal

 

4.     Desde el punto de vista empresarial, y siguiendo una encuesta realizada a más de 500 empresas de Gipuzkoa, antes del 2020 en torno al 20% aplicaban medidas de teletrabajo, aunque solo el 6,5% de ellas lo hacía en todas las áreas de la empresa. De los datos reflejados en esta encuesta puede deducirse que lo que sucede es una intensificación en el teletrabajo (ampliándolo a distintas áreas de la empresa), puesto que el mayor cambio se produce en el porcentaje de empresas que aplican teletrabajo a todas las áreas de la empresa, más que en el porcentaje de empresas que apuestas por esta medida, que se mantiene en torno al 20% de la muestra.

 

Tabla 2: Grado de implantación de teletrabajo (Posibilidad de realizar el trabajo sin tener presencia física) en empresas de Gipuzkoa. Evolución 2017-2019

2019

2017

Todas las áreas de la empresa

6,5

2,7

En algún área

14,0

17,1

Se aplica

20,5

19,8

No se aplica

79,4

79,2

Fuente: DFG (2020)

5.                      En cualquier caso, los datos obtenidos por un estudio realizado por la Diputación Foral de Gipuzkoa (DFG, 2021) tras la pandemia constatan que respecto al teletrabajo, un 40% de las empresas de la muestra han recurrido a ella por primera vez a esta medida en el contexto de la crisis sanitarias. Es importante resaltar también, que el 23,3% de las mujeres y el 18,7% de los hombres que trabajan en estas compañías recurrieron a esta modalidad.

6.                      El teletrabajo ha venido impuesto por las circunstancias sanitarias y se ha carecido de una estrategia meditada, bien diseñada y pactada para su implementación. De hecho, su consolidación puede provocar un retroceso en los avances en términos de conciliación corresponsable, en la medida en que sean principalmente las mujeres quienes se acojan a este tipo de modalidad.

7.                      El recurso al teletrabajo durante la época de pandemia por parte de las mujeres presenta un riesgo que puede tener impactos negativos en su trayectoria laboral, impactos sobre su salud y también puede suponer un retroceso en el camino hacia la conciliación corresponsable. De hecho, el teletrabajo en la mayor parte de los casos está ligado a trabajos de cuidados. Según un estudio del Centro Internacional de Trabajo y Familia del IESE, tan sólo un 11% de las personas que se quedan en casa para trabajar a distancia se encuentran solas. El 40% de las mujeres y el 21% de los hombres que lo hacen, tienen además que realizar trabajos de cuidados. Por ello se constata que la forma en que se está extendiendo esta medida es muy excepcional y, de mantenerse en el tiempo, puede suponer una vuelta a los hogares para muchas mujeres que de esta manera estarían disponibles para facilitar trabajos de cuidados al hogar en caso de necesidades o imprevistos, al tiempo que van haciendo frente a sus obligaciones laborales. Pero el hecho de no acudir al centro de trabajo también supone una disminución en la cantidad e intensidad de las relaciones que allí se generan, que perjudicará a sus trayectorias laborales a medio y largo plazo.

8.                      En el mismo sentido, un estudio realizado a familias de Bizkaia refleja que una de cada dos personas considera que el teletrabajo le ayudó a conciliar la vida familiar y laboral, sobre todo en las familias con menores. Un 59% de estas familias con menores reconoce que a veces o a menudo atender las responsabilidades familiares le impidió dedicar el tiempo necesario al teletrabajo y en el 80% de los casos se presentaron problemas de concentración (EDE Fundazioa, 2020).

9.                      Así, durante el confinamiento el teletrabajo fue la manera de sostener los cuidados necesarios en la sociedad, que se han mostrado mucho más insoslayables que muchas otras actividades que habitualmente se consideran fundamentales e indispensables.

10.                 Una vez pasado el confinamiento, algunas restricciones de movilidad se han mantenido y también las redes de cuidados complementarios habituales (actividades extraescolares, cuidado por parte de abuelos y abuelas, cuidado informal de mayores, etc. ) por lo que el teletrabajo se ha seguido utilizando como una medida de conciliación en mayor medida por parte de las mujeres. Esta situación supone una refamiliarización de los cuidados que se basa, además, en el esquema tradicional de división sexual del trabajo. Son las mujeres, así, quienes adaptan sus jornadas laborales a las necesidades de cuidados, con lo que supone de pérdida de contacto y seguimiento laboral.

 

11.                  Bibliografía:

DFG (Diputación Foral de Gipuzkoa) (2020): Análisis longitudinal de la situación de la igualdad y la conciliación corresponsable en las empresas de Gipuzkoa. 2017 – 2019. Diputación Foral de Gipuzkoa.

DFG (Diputación Foral de Gipuzkoa) (2021): El 28% de las empresas de Gipuzkoa han incorporado el teletrabajo por primera vez en el último año. Nota de prensa de 07/04/2021

Eurofound (2020), Living, working and COVID-19, COVID-19 series, Publications Office of the European Union, Luxembourg.

Las Heras, Mireia y Barraza, María (2020): Un lugar de trabajo sostenible: hacia un modelo remoto y presencial. IESE Business School

 

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