El Futuro del Modelo de Desarrollo Vasco LA IMPORTANCIA DEL FONDO FINKATUZ


1.      En abril de este año, el Consejo de Gobierno Vasco autorizó la creación de la sociedad pública destinada a gestionar el fondo FINKATUZ[1], fondo destinado a la adquisición y gestión de participaciones  a largo plazo en empresas de interés estratégico y que se pretende que llegue a los 300 Millones de euros al final de la legislatura.

2.      Hace mucho tiempo –demasiado, probablemente- que se viene hablando de este fondo sin que todavía llegue a materializarse, fuera de un par de operaciones puntuales en CAF (1% del capital) y el grupo Kaiku (7% del capital). Desde que se planteó la idea, pasando por el acuerdo del Parlamento Vasco en 2014 instando al Gobierno Vasco a poner en marcha estos instrumentos, hasta que se llegó a la constitución final del fondo, ha transcurrido demasiado tiempo sin avanzar en lo que debería ser un instrumento central de nuestra política económica.

3.      En realidad, la constitución del fondo FINKATUZ en cuanto tal es sólo un instrumento formal, como puede haber otros, para abordar este tipo de políticas que son, lógicamente, la cuestión fundamental. En particular, las participaciones minoritarias en empresas estratégicas tienen el potencial de convertirse en un verdadero punto de inflexión en nuestra política económica y nos pueden revelar en qué medida estamos dispuestos a recuperar la política industrial que impulsó el modelo de desarrollo vasco o bien estamos dispuestos a continuar por la senda de la pasividad ante el decaimiento progresivo de nuestra actividad productiva.

4.      FINKATUZ, de cualquier forma, puede convertirse en un claro referente de estas políticas de adquisición de participaciones minoritarias en empresas estratégicas en el País Vasco. Unas políticas que suponen ventajas estratégicas evidentes para nuestro territorio.

5.      Las participaciones minoritarias permiten que el Gobierno Vasco no se responsabilice directamente de la gestión y, de esta forma, reduzca drásticamente los riesgos de imagen ante posibles evoluciones negativas de la actividad empresarial.

6.      Fundamentalmente, las participaciones minoritarias pueden ser un instrumento clave para el reposicionamiento del País Vasco ante la dialéctica entre empresa pública y privada que, una vez más, vuelve a estar sobre la mesa con una creciente relevancia. Es más, como EKAI Center ha venido poniendo de relieve, es muy posible que éste sea un elemento central para la evolución futura de nuestra política económica, que nos permita posicionarnos adecuadamente frente al reto de los países emergentes.

7.      Recordemos que una de las fundamentales ventajas comparativas de los países emergentes como Rusia, China o Irán, está siendo su capacidad de definir con objetividad –en base a los intereses generales- qué actividades empresariales es conveniente gestionar a través de titularidad privada, cuáles a través de titularidad pública y cuáles a través de titularidad social o mixta. Esta capacidad no existe ya en nuestro entorno, en el que los intereses corporativos han barrido progresivamente no sólo con el sector público empresarial sino también con el know-how acumulado en los organismos públicos y necesario para gestionar eficientemente las participaciones públicas.

8.      Las participaciones públicas minoritarias pueden ser un excelente instrumento para reposicionar nuestra política empresarial. Fundamentalmente, para que, de forma progresiva, vayamos adquiriendo el necesario know how y recuperando nuestra capacidad de gestionar eficientemente la inversión pública empresarial.

9.      Los 300 millones a los que aspira el fondo FINKATUZ son, ciertamente, una cantidad exigua si tenemos en cuenta, como referencia, las participaciones empresariales de las que se ha ido retirando Kutxabank durante los últimos años. Las cajas de ahorros realizaban en buena medida esta función de participación pública en sustitución del papel de participación directa de Gobierno Vasco y Diputaciones Forales. Esta cartera de participaciones industriales de Kutxabank se ha reducido desde 4.000 millones en 2.012 a 1.000 millones en 2021[2]. Frente a esto, que nos cueste casi una década arrancar un fondo como FINKATUZ con apenas 300 millones no es una solución del problema, pero al menos podría ser un comienzo.

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