El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo EL BENEFICIO A MEDIO PLAZO COMO OBJETIVO BÁSICO


1.     Si es evidente que el objetivo de la empresa de capitales es la maximización del beneficio, la concreción de este concepto necesita algunas precisiones.

2.     El beneficio empresarial es un resultado de la actividad de la empresa que se genera a lo largo del tiempo y que, por lo tanto, a efectos de su cuantificación, necesita delimitarse en el tiempo. Normalmente se mide el beneficio generado durante períodos anuales. Pero esto tampoco nos clarifica suficientemente los objetivos de las decisiones de los empresarios.

3.     Lógicamente, el propietario de una empresa de capitales intenta “maximizar” el beneficio en todas sus decisiones. En síntesis, minimizando el importe de los gastos y maximizando el de los ingresos. Pero siempre con una cierta perspectiva temporal. Todos los gastos suponen, en cuanto tales, un menor beneficio actual, pero se abordan porque se entiende que son necesarios para el beneficio futuro. A la inversa, un empresario puede vender su red comercial y obtener un gran beneficio gracias a ello … a costa de los beneficios futuros.

4.     De ahí que el empresario tenga siempre una perspectiva de “medio plazo” a la hora de perseguir esa “maximización” del beneficio. Sin embargo, la tensión operativa de la actividad empresarial tiende a hacer ciertamente difícil para la generalidad de los empresarios tomar decisiones en función de perspectivas de muy largo plazo. Aceptar pérdidas o reducciones del beneficio actual es siempre difícil, pero el empresario lo acepta si lo considera necesario para impulsar el beneficio a medio plazo. Pero pocos empresarios son capaces de integrar en estas decisiones las perspectivas de muy largo plazo. De ahí las dificultades de que las empresas inviertan significativamente en investigación, innovación o formación. Ésta es también –junto a las externalidades positivas- la razón de la necesidad de los incentivos públicos para que las empresas inviertan en este tipo de objetivos.

5.     En síntesis, podemos decir que el objetivo básico del empresario es el beneficio “a medio plazo”. Por supuesto, se trata de una definición conceptual, ciertamente difícil de cuantificar en meses o años y variable de una modalidad de empresa a otra, de uno a otro empresario.

6.     Es conocido que, por ejemplo, la cotización en los mercados de valores es un importante factor de acortamiento de los horizontes estratégicos, ante accionistas que compran o venden acciones en función de las evoluciones a corto plazo de las cotizaciones. La financiarización de la industria occidental, o el peso que los grandes fondos de inversión han adquirido en las grandes empresas europeas y norteamericanas, son factores clave coadyuvantes en el debilitamiento de la apuesta de las empresas europeas por la inversión productiva.

7.     La perspectiva de largo plazo es fundamental desde el punto de vista de la inversión productiva. Esta inversión implica grandes esfuerzos a corto plazo, tanto de carácter técnico como económico y con resultado final con frecuencia incierto. Sólo claras expectativas de rentabilidad muy elevada justifican este tipo de esfuerzos desde la perspectiva de empresas cotizando en el mercado de valores o de los fondos de inversión. La conjunción de financiarización del control de las empresas y de menores expectativas de rentabilidad puede ser un factor clave en el declive de la inversión productiva europea.


“EL FUTURO DE EUROPA. Bases para un nuevo modelo”

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