El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo EL PAPEL DE LOS GRANDES FONDOS DE INVERSIÓN

El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo

EL PAPEL DE LOS GRANDES FONDOS DE INVERSIÓN


1.      Un cambio esencial en el tejido empresarial europeo durante el siglo XXI está siendo la creciente concentración de la propiedad y el control de las grandes empresas en manos de las grandes gestoras de fondos de inversión.

2.      A través de participaciones minoritarias pero cualificadas (habitualmente entre un 5% y un 10% del capital) los fondos de inversión han adquirido una influencia discreta pero notable en la gran mayoría de las grandes empresas europeas.

3.      Las grandes gestoras de fondos son, casi en su totalidad, norteamericanas, con alguna excepción francesa y alemana (PIMCO / AMUNDI):

 

LAS 10 PRIMERAS GESTORAS DE FONDOS DE INVERSIÓN
INFORME IPE 2021

FUENTE: (Investment & Pensions, 2021)

 

4.      La nacionalidad de estas gestoras de fondos es un dato interesante pero no es lo más relevante, ni mucho menos. El peso multisectorial efectivo de estas entidades sobre el conjunto de la economía europea es, sin duda, un dato de gran impacto sobre el modelo de desarrollo europeo.

5.      Este impacto afecta al conjunto de las grandes empresas europeas, incluyendo –y esto es de la mayor relevancia- sectores estratégicos clave como el sector de comunicación audiovisual o el sector bancario. Como referencia, “BlackRock es quizás el mayor accionista de los grandes bancos europeos. De los mayores 15 bancos en Europa, BlackRock es el mayor o el segundo mayor accionista en 12 de ellos” (HAAR, 2020)

6.      Este salto cualitativo en la propiedad y el control de las grandes empresas europeas tiene enormes consecuencias para la evolución de la economía europea.

7.      Por un lado, nos encontramos ante un gran salto adelante en el proceso de financiarización de la actividad empresarial y ello supone un mayor cortoplacismo en los objetivos y un mayor despegue con respecto al compromiso inversor de las empresas.

8.      Por otro lado, se trata de un proceso con una enorme repercusión política. Las grandes gestoras de fondos van haciéndose progresivamente con el control de empresas y activos financieros y reales en toda Europa y adquiriendo un peso creciente sobre la estructura económica y sobre los gobiernos.

9.      Finalmente, se trata de un fenómeno con una gran repercusión en las políticas sectoriales. Los intereses económicos y políticos que se mueven alrededor de los distintos procesos económicos se convierten ahora de forma sustancial en intereses multisectoriales. Esto da una gran flexibilidad a estas plataformas financieras y genera movimientos en la economía y en la política económica que serían difíciles de entender sin tener en cuenta el papel de estas gestoras de fondos de inversión.  Los grandes intereses sectoriales están siendo rápidamente sustituidos por intereses multisectoriales, que facilitan movimientos de debilitamiento o destrucción de ciertos sectores económicos compensados por expectativas de beneficios en otros sectores.

10.  Esta dinámica tiene numerosos efectos negativos sobre la economía europea pero también algunos efectos positivos, derivados precisamente de la mayor facilidad de acometer reconversiones sectoriales. Es muy posible que propuestas como las que en este momento se están planteando para la reconversión radical del sector bancario sólo sean posibles precisamente porque los que hasta ahora han sido intereses hegemónicos del sector bancario han sido sustituidos por intereses de carácter multisectorial que no tienen que defender necesariamente a vida o muerte los resultados de un sector específico.

11.  Ello no obsta para que esta concentración de capital y poder en manos de estas gestoras suponga un claro agravamiento del proceso de financiarización de la economía europea y también, lógicamente del gran problema que ha atenazado el modelo europeo durante las últimas décadas: el sometimiento de los gobiernos y las estructuras políticas europeas a los intereses corporativos de las grandes empresas.

12.  Complementariamente, esta concentración de poder económico es un importante factor de atenuación de la competencia entre empresas y sectores. La competencia es el motor de la economía de mercado, sin la cual la búsqueda del beneficio empresarial tiende a hacerse cada vez más improductiva y antisocial. Este proceso sólo puede agravar la pérdida de dinamismo que la inversión empresarial y la economía europeas en general arrastran desde hace décadas.

13.  En teoría, estos movimientos en los grandes capitales europeos están indicando también posibles vías de actuación para las políticas públicas de nuestro continente. Intervenir en la configuración y la actividad de estas gestoras de fondos se convierte ahora en una prioridad para las políticas de desarrollo. Y también en una oportunidad para incidir eficientemente sobre las empresas clave del tejido económico europeo. Sin embargo, la realidad de la economía política europea no nos permite albergar expectativas al respecto. La capacidad política real de nuestros gobiernos y de las instituciones europeas para posicionarse correctamente frente a agentes con el poder económico, social y político de los fondos de inversión, es ciertamente escasa.

“EL FUTURO DE EUROPA. Bases para un nuevo modelo”

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