Aplicación del Kurzarbeit
DURACIÓN DEL PROGRAMA
AUDIO: https://youtu.be/rFseI2kMJcY
TEXTO (PDF): https://yadi.sk/i/q20AbN01dOQt9w
1. El objetivo de los programas de kurzarbeit o de reducción de
jornada es, como sabemos, hacer frente a reducciones “coyunturales” de la carga
de trabajo de la empresa. La regulación entiende que las reducciones
estructurales de la carga de trabajo deben ser abordadas a través de despidos
por razones objetivas individuales o colectivos. Este carácter coyuntural está
relacionado con una cierta limitación en el tiempo, pero no siempre es fácil
delimitar lo que es coyuntural o estructural en base a límites normativos
claramente establecidos.
2. Cada caso es distinto y en una empresa es posible que,
transcurridas unas pocas semanas después de poner en marcha el programa, se
contemple con claridad que lo que parecía un problema coyuntural de caída de la
carga de trabajo se ha transformado en un problema estructural. Sin embargo, en
otras empresas, es posible que transcurran muchos meses y se mantenga la
expectativa de temporalidad del problema.
3. Sin embargo, precautoriamente, las legislaciones tienden a
establecer límites temporales fijos que ninguno de estos programas puede
sobrepasar. Lo habitual es que se produzca una evolución en el tiempo.
Normativas que empiezan limitando a 3 meses la duración máxima de las ayudas
públicas a estos programas de reducción del tiempo de trabajo, es habitual que
más adelante extiendan el plazo máximo a 6 meses, a 1 año y hasta a 2 años de
duración.
4. Los factores que inciden en esta tendencia a extender la duración
máxima de las ayudas públicas a estos programas son variados. Por un lado, la
lógica prudencia presupuestaria recomienda, en primera instancia, minimizar los
riesgos que el coste de estos programas tiene para el gasto público. A medida
que los gobiernos disponen de experiencia suficiente que les permite un
adecuado contraste entre el coste efectivo y los beneficios sociales y
presupuestarios obtenidos a través de estas ayudas, es natural que se produzcan
sucesivas ampliaciones de los plazos máximos establecidos previamente.
5. Por otro lado, es también frecuente que las ampliaciones de plazo
se produzcan en situaciones concretas derivadas de graves crisis económicas, en
las que la amenaza del desempleo masivo induce a los gobiernos a realizar
mayores esfuerzos en el mantenimiento del empleo ya existente.
6. Estas situaciones de crisis son tanto el origen de la implantación
del sistema de kurzarbeit o de reducción del tiempo de trabajo en algunos
países, como de la extensión de la duración de las ayudas públicas a los mismos
en países que ya tienen este sistema regulado. Así sucedió, por ejemplo, en
Alemania, el país tradicionalmente referente del kurzarbeit y que, ante el
estallido de la crisis financiera en 2008, decidió en mayo de 2009 extender a
24 meses la duración máxima de estos programas, frente a los 18 meses del
máximo anterior. Un máximo que ya había pasado por otras etapas en las que
estuvo situado en 6 meses primero y en 12 meses más adelante.
7. Por supuesto, la extensión de estos programas de ayuda está muy
directamente relacionada con las disponibilidades y prioridades presupuestarias
de cada país. No es casualidad que los países líderes en los procesos de
kurzarbeit o de reducción del tiempo de trabajo sean habitualmente países con
finanzas públicas saneadas.
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