Inteligencia Política y Estratégica
COVID 19
SOBRERREACCIÓN
AUDIO: https://youtu.be/bFzKprEcV6Q
TEXTO (PDF): https://yadi.sk/i/xL5fXsgCX37AOA
1.
Desde el análisis
socioeconómico, es imprescindible ser prudentes ante un contexto de falta de
claridad científica y sanitaria como el planteado por la epidemia COVID 19. Cuando
los científicos no están de acuerdo, los posicionamientos socioeconómicos deben
plantearse al menos opciones distintas en función de esas discrepancias.
2.
Por otro
lado, es importante reconocer la extraordinaria dificultad de la asunción de
responsabilidades de decisión política en un período en el que nuestros
gobernantes han tenido que elegir, supuestamente, entre destruir la economía o
aceptar la extensión de la enfermedad. Y todo ello viéndose obligados a
apoyarse en unos criterios científicos divergentes entre sí y en continua
modificación.
3.
De cualquier
forma, manteniendo el indicado criterio de prudencia, sí hay aspectos que el
paso del tiempo nos va dejando progresivamente claros.
4. El más
importante de ellos es el que, muy probablemente, el mundo esté sobrerreaccionando
frente a esta epidemia. Una epidemia que parece justificar medidas sanitarias
extraordinarias, pero que no parece justificar en ningún caso medidas de
hundimiento económico como las adoptadas por nuestros países.
5.
Muy
probablemente la conciencia de que se estaba sobrerreaccionando fue lo que llevó
a China a modificar rápidamente su estrategia inicial y a acabar con los
confinamientos que se aplicaron finalmente sólo a un 5% de su población, aunque
ese 5% fuese tan espectacular que sirvió a las televisiones de todo el mundo
para aterrorizar a la población mundial y soportar así las drásticas medidas
que se han venido adoptando al respecto.
6.
Lo cierto es
que, transcurrido un año, no parecen detectarse diferencias significativas en
el impacto de la enfermedad en función de las medidas adoptadas. Y, muy
especialmente, en función de la adopción de las medidas restrictivas y de
confinamiento que son las que han destruido nuestra economía.
7.
“Nuestros”
medios se han dedicado a una permanente difusión del pánico, impidiendo el
contraste de opiniones distintas, ni a nivel científico ni sanitario ni político.
Examinemos un aspecto elemental de cualquier política pública: la comparación
de resultados obtenidos por políticas alternativas. Los medios se han dedicado
sistemáticamente a denigrar a los países que no adoptaban medidas restrictivas
y a olvidarse de ellos cuando se ha visto que esta falta de medidas no generaba
peores resultados. La falta de debate y de contraste es asombrosa.
8.
Podemos tener
en cuenta este cuadro sólo como un ejemplo. Comparamos el número de muertes
acumuladas en 3 países (Belarus, Cuba y Suecia) sin confinamientos o –como China-
con confinamientos mínimos, con los datos de 5 países (Alemania, España,
Francia, Italia y Reino Unido) que han adoptado severas medidas de
confinamiento de su población que son las que, en definitiva, han hundido la
economía europea.
9.
Si hiciéramos
caso al bombardeo manipulador de “nuestros” medios, los países que no han optado
por los confinamientos deberían haber sido arrasados por la COVID-19. Nada de
esto ha sucedido.
10. Por supuesto, hay mucho que
analizar y debatir al respecto, a pesar de que el bloqueo informativo no nos lo
pone nada fácil. Ante una epidemia como ésta parece lógico que se adopten
medidas extraordinarias. Pero sí parece claro que las decisiones que han
hundido nuestra economía no estaban justificadas y obedecen a una clara sobrerreacción.