Inteligencia Política y Estratégica

BIDEN PREPARA LA GUERRA
AUDIO: https://youtu.be/V11xDdXlEU8
TEXTO (PDF): https://yadi.sk/i/ncheZmWhrMuHtA
1.
Los nombramientos
ya anunciados por Joe Biden (como Samantha Powers o Victoria Nuland) nos sitúan
ante los peores presagios con respecto a la política internacional de su
gobierno.
2.
Por su edad y
su estado físico, Joe Biden no es capaz de liderar las políticas de su
gobierno. Lo que está en cuestión es cuáles son las influencias clave sobre el
mismo. Los nombramientos que se están anunciando apuntan de forma directa a las
políticas de Barack Obama y Hillary Clinton, y no se descarta que sea ésta la
influencia más directa en este momento. Como referencia, Victoria Nuland
protagonizó el golpe de estado para el derribo del gobierno democrático de
Ucrania y el impulso en este país del movimiento neonazi.
3.
De cualquier
forma, es necesario tener en cuenta que las políticas del gobierno de Estados
Unidos sólo dependen parcialmente de las decisiones del Presidente. De alguna
forma, esto sucede en todos los países, pero no de forma tan radical como en
Estados Unidos. En este país, una administración ciertamente compleja, con
departamentos y agencias que, en buena parte, actúan por sus propios intereses,
casi siempre al servicio directo de Wall Street. Las órdenes del Presidente son
acatadas si respetan las estrategias de la élite corporativa y son esquivadas
sistemáticamente si no lo hacen.
4.
Ahora parece
claro que, en línea con las estrategias más agresivas de la oligarquía
corporativa, el gobierno Biden-Harris se prepara para recuperar a toda costa la
hegemonía mundial perdida o en retroceso durante los últimos años.
5.
La dirección
de esta agresividad es otra cuestión. Si se repitiera con exactitud la
estrategia del período Obama, nos encontraríamos con una cierta suavización de
posicionamientos con respecto a países como China o Irán y un recrudecimiento
de la agresión contra Rusia, Siria o Irak.
6.
Pero con
fines similares, las estrategias no tienen por qué ser ahora iguales. El peso
de China en el contexto geopolítico hace ahora más difícil para la oligarquía
corporativa occidental adoptar una posición pasiva con respecto a este país. De
ahí que la administración Biden tenga dos opciones: o bien acentuar la
agresividad contra China o, al contrario, llegar a un acuerdo con esta potencia
mientras intentan neutralizar a Rusia.
7.
Recordemos
que una clave fundamental de las políticas norteamericanas de los últimos años
ha sido la doctrina Kissinger basada en el concepto de “contra todos no podemos”.
Esto ha llevado a intentar mantener relaciones normalizadas con China mientras
se neutraliza a Rusia o, al contrario, a intentar normalizar las relaciones con
Rusia mientras se agrede a China. Algo similar ha sucedido con los países
musulmanes como Irán. Lo iremos viendo durante los próximos meses.