AUDIO-TEXTO. El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo EL IMPACTO DE LA ÉLITE CORPORATIVO-FINANCIERA
El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo

EL IMPACTO DE LA ÉLITE CORPORATIVO-FINANCIERA
AUDIO: https://youtu.be/PshqfRIvoaM
TEXTO (PDF): https://yadi.sk/i/A1n0zZEfQbKSAg
1.
Ya hemos
explicado que el futuro del modelo de desarrollo europeo no va a estar
determinado por las ideas sino, fundamentalmente, por la influencia que los
distintos grupos de interés tengan en la definición de dicho modelo.
2.
La élite
corporativo-financiera ha venido controlando Europa y Estados Unidos de forma
cada vez más estricta durante las últimas décadas. Es la que impuso el modelo
neoliberal y, lógicamente, es también la fuerza social que, en principio, va a
resultar determinante para definir el futuro del modelo de desarrollo europeo.
3.
Durante 2020,
las estrategias de la élite corporativa con respecto al futuro del modelo de
desarrollo europeo se han venido plasmando de forma expresa alrededor del
concepto del “Gran Reinicio” impulsado por el Foro Económico Mundial.
4.
2020 ha sido
el año en el que la oligarquía financiero-corporativa ha reconocido con
claridad la insostenibilidad del modelo de desarrollo actual y la necesidad de
apostar por un nuevo modelo. Hay dos razones básicas detrás de ello:
A.
Por un lado, la cada vez más clara
inviabilidad del modelo neoliberal, sostenido durante décadas a costa de un
creciente sobre-endeudamiento y de una constante expansión monetaria.
B.
La creciente amenaza política que
para la élite corporativa suponen los dos modelos alternativos emergentes: el
modelo desarrollista de los países emergentes y el modelo desarrollista
conservador impulsado por el populismo emergente en Occidente.
5.
Aunque la élite
corporativa se mantiene fuertemente asentada en Occidente, no es una élite que
defiende a Europa o a Estados Unidos ni a sus ciudadanos. Al contrario, el
modelo neoliberal impulsado por estas élites ha supuesto una decadencia económica,
social y demográfica acelerada de estos países. No hay que esperar que el nuevo
modelo propuesto (el “Gran Reinicio”) vaya a ser positivo para nuestros
ciudadanos. Al contrario, hay que esperar que lo sea exclusivamente en la
medida en que no contradiga los intereses estratégicos de esta élite
corporativa.
6.
La élite
corporativa influirá decisivamente sobre el nuevo modelo porque controla las
empresas multinacionales occidentales, las grandes entidades financieras, los
medios de comunicación y la práctica totalidad de las corrientes políticas
occidentales autodenominadas como derecha, izquierda o centro. Con algunas
excepciones socialdemócratas –como el laborismo de Corbyn- o populistas de
izquierda y derecha –como el “trumpismo”-.
7.
De forma
progresiva durante las últimas décadas, el poder económico de esta élite
corporativa se ha aglutinado alrededor de los bancos centrales occidentales. Algunos
de ellos (como la Reserva Federal) a través de la representación directa en los
órganos de los mismos. En los restantes, a través del compromiso de las élites
políticas de respetar la influencia directa de las grandes corporaciones sobre
el respectivo banco central.
8.
Quizás por
esta razón, todo parece indicar que los bancos centrales van a constituirse en
un eslabón fundamental del nuevo modelo propuesto por las élites financieras. Ya
veremos que, desde una perspectiva técnica, este planteamiento coincide con
algunos elementos de las propuestas de reforma del sector financiero realizadas
por EKAI Center. Pero no nos engañemos. Cuando la élite corporativa pretende
dar mayor poder y recursos a los bancos centrales lo hace exclusivamente en la
medida en que da por supuesto que estas instituciones van a seguir controladas
por ellos. Y esto convierte a esta estrategia en una grave amenaza, tanto económica
como política, para el futuro de Europa.
9.
Junto a la
reforma estructural del sistema financiero y monetario, la élite corporativa va
a impulsar la concentración de recursos públicos hacia los sectores
corporativos relacionados con las energías renovables y la economía “verde”. Y
también va a impulsar la obsesión por un concepto de sostenibilidad incompatible
con el desarrollo social y económico pero de claro interés estratégico para las
grandes corporaciones. Todo ello nos revela hasta qué punto estas estrategias
de distorsión de las políticas medioambientales o de la “sostenibilidad” no
tienen nada que ver con los intereses generales de los europeos y, al
contrario, están claramente instrumentalizadas por la élite corporativa.