1.
Según
distintas fuentes de inteligencia, ratificadas por otras fuentes procesales, el
rastreo del software informático utilizado para manipular las elecciones
norteamericanas está permitiendo identificar el origen de esta operación.
2.
Aunque es
posible que en otros estados se hayan utilizado distintos sistemas para
manipular las elecciones, es fundamentalmente el sistema Dominion el que ha sido
puesto en evidencia.
3.
El sistema
Dominion es propiedad de la empresa Dominion Voting Systems. Tanto esta empresa
como las supuestamente titulares de los programas de software utilizados en el
fraude electoral han negado su implicación. Sin embargo, las evidencias matemáticas,
estadísticas y testificales parecen ser claras.
4.
Finalmente,
los servidores utilizados para centralizar la operación han sido supuestamente
intervenidos en un país europeo. Desde estos servidores se han lanzado anteriormente
operaciones similares de fraude informático destinadas a procesos electorales
de otros países, y están bajo el control de la Agencia Central de Inteligencia,
CIA.
5.
Si las
denuncias directas de fraude electoral a cargo del Partido Demócrata ya suponen
un verdadero escándalo histórico, las acusaciones de implicación de la CIA
añaden un componente más que nos permite plantearnos si estamos ante un fraude
electoral o más bien ante un golpe de estado. Lo iremos viendo.
6.
Mientras
tanto, Estados Unidos se mantiene durante estos días en un clima de guerra
civil larvada, que va mucho más allá de la investigación procesal. Testigos,
abogados, cargos políticos, están siendo presionados y amenazados con un
descaro sin precedentes, producto probablemente del nerviosismo, de la
trascendencia histórica del momento y de las implicaciones personales del
conjunto del establishment norteamericano. Un equipo de abogados de Trump
decidió salirse del procedimiento por ser incapaz de resistir las amenazas y
presiones recibidas. Una abogada ha llegado incluso a ser amenazada
directamente por un abogado del equipo defensor del Partido Demócrata. Las
distintas facciones de los servicios de inteligencia -pro-Trump y anti-Trump-
se encuentran enzarzadas en una auténtica batalla campal por buscar y destruir
pruebas, por presionar y amenazar testigos, periodistas, cargos políticos y
jueces.
7.
Mientras
tanto, Chris Miller, el nuevo responsable del Pentágono designado por Trump, ha
anunciado la retirada de tropas de Irak y Afganistán, a la vez que afirmaba en
un comunicado que “todas las guerras deben terminar”. Un comunicado que, lógicamente,
ha llenado de ira al establishment republicano y demócrata. Miller tiene
antecedentes complejos, de una cierta agresividad anti-iraní, pero el
posicionamiento tan rotundo de ese comunicado parece claro.
8.
En medio de
esta guerra civil latente en Estados Unidos, el ciudadano que quiera estar
informado ya sabe lo que tiene que hacer: apagar la televisión y dejar de leer “nuestros”
medios, convertidos desde hace tiempo en meros instrumentos de propaganda de
Wall Street.