1.
Por muy
sorprendente que pueda parecer, cada vez son más los indicios que nos revelan
que las políticas de confinamientos desarrolladas a partir de la epidemia COVID-19
carecen de sentido y, aparentemente, sólo pueden explicarse como una
premeditada destrucción de la economía occidental.
2.
Recordemos
que son las medidas de confinamiento las que han destruido nuestra economía y
no la epidemia en cuanto tal ni el resto de medidas adoptadas al respecto[1].
3.
Los mensajes
que, a la hora de justificar los confinamientos, nos lanzan repetidamente los
medios de comunicación son, cuando menos, extraños. Veamos un par de ejemplos:
A.
Ya desde marzo/abril se nos “avisó”
de que en otoño vendría una “segunda ola”. Y aquí la tenemos. El problema es
que el argumento que se daba entonces era que en otoño aparecería esta segunda
ola porque en verano desaparecería la enfermedad. Esto no ha sucedido pero, sin
embargo, aquí tenemos esa “segunda ola” de todas formas. Ciertamente extraño.
B.
Los medios continúan engañándonos
sistemáticamente con el número de “contagiados” o de “positivos”, un dato que
sabemos que no significa absolutamente nada si no nos dan el porcentaje que
estos positivos representan sobre el número de análisis realizados. Los medios
saben perfectamente que esta forma de dar los datos es un descarado engaño y, a
pesar de ello, continúan haciéndolo de forma sistemática. Esto deja en manos de
los gobiernos decidir cuándo la situación se agrava y cuándo mejora. Basta con
aumentar o disminuir el número de análisis. Un engaño premeditado.
4.
Más allá de
este comportamiento “extraño” de los medios de comunicación, citemos dos datos
objetivos:
A.
¿Qué ha pasado con Suecia y
Bielorrusia? Pues no ha pasado nada. Estos dos países decidieron simplemente no
hacer confinamientos. Y el resultado final es que estos países están sufriendo
significativamente menos la crisis económica (la están sufriendo
indirectamente, como consecuencia de las medidas de confinamiento de los países
con los que intercambian productos y servicios).
CASOS CONFIRMADOS ACUMULADOS DE
COVID-19 POR MILLON DE HABITANTES |
|
Como vemos, tanto Suecia como Bielorrusia se mantienen en la media de la Unión
Europea. Sorpresa. ¿Qué hemos hecho el resto de países ante esta demostración
de Suecia y Bielorrusia de que los confinamientos no eran necesarios? Pues no
hacer ni caso y continuar por la misma vía, preparando y amenazando con nuevos
confinamientos y mayor destrucción económica.
B.
Se suponía que la política de
confinamientos tenía su origen en las medidas de este tipo adoptadas
inicialmente en China. Y luego nos enteramos de que China ha sometido a medidas
de confinamiento … ¡exclusivamente al 4% de la población[2]!
Lógicamente, China ha salido mucho antes de la recesión y con
perspectivas de crecimiento frente a la destrucción sistemática de la economía
de Occidente. ¿Qué han hecho nuestros gobiernos ante esto? ¿Se han cuestionado
las políticas de confinamiento seguidas durante la primavera pasada? En
absoluto. Lo realmente sucedido en China ni siquiera se menciona y se prepara
constantemente a la opinión pública para nuevos confinamientos.
¿Alguien puede explicar todo esto si no responde a una estrategia
de premeditada destrucción de la economía occidental?
5.
¿Puede tener
algún sentido está premeditada destrucción? En teoría, podría tratarse del
habitual objetivo corporativo de “destrucción creativa” destinada a salvar a
las grandes corporaciones occidentales, de forma similar al papel que con
frecuencia han desempeñado los conflictos bélicos: destruir equipamiento
productivo en beneficio de las empresas que controlan el proceso que, finalmente,
al hacerse con la cuota de mercado de las empresas destruidas, recuperan la
rentabilidad y la capacidad de inversión y desarrollo. Esta podría ser una
explicación posible de lo que está sucediendo, teniendo en cuenta los repetidos
precedentes históricos comparables. ¿Podemos afirmar que sea ésta la razón?
Desde EKAI Center no. O no, al menos, mientras no dispongamos de datos más
concretos y explícitos.
6.
Por supuesto,
cuanto más extraña y trascendente es la posible explicación, más necesaria es
la prudencia a la hora de afirmar lo que desconocemos. Sabemos que “nuestros”
medios de comunicación no son de fiar y que responden –sí, también los “nuestros”-
de forma casi milimétrica a los valores y estrategias que les marca la oligarquía
corporativa. Sabemos también que las políticas de confinamiento no tienen ningún
sentido. Pero, como siempre, identificar las motivaciones que laten detrás de
estrategias disparatadas es lo más complejo. Habrá que mantener la prudencia,
investigar y permanecer atentos.
Documentos sobre Inteligencia Política y Estratégica
Otros documentos de EKAI Center
[1]
Como excepción, la crisis turística se habría producido también –aunque fuese
parcialmente- sin confinamientos, como consecuencia del impacto psicológico de
la propia epidemia y del conjunto de medidas adoptadas al respecto. Sin
embargo, recordemos que el impacto turístico no es estrictamente destructivo para
el conjunto de la economía, sino que supone simplemente trasladar capacidad de
consumo de un territorio a otro. Lo que se deja de consumir en el territorio
turístico se consume en el país de origen.
[2] V. EKAI
Center: “Inteligencia Política y Estratégica.
EL ESTRAÑO CASO DE OCCIDENTE, CHINA Y LOS CONFINAMIENTOS”. https://yadi.sk/i/27ukIIgkl2Bglg