Inteligencia Política y Estrategica PARTIDOS POLITICOS. LA TENTACIÓN BUROCRATICA NO ES GRATIS


1.      A veces tendemos a pensar que la burocratización de los partidos políticos es simplemente una forma de gestión de los mismos “menos participativa”. Según esta forma de pensar, los procesos de burocratización de los partidos políticos –casi inevitables en nuestro contexto de financiación de partidos- supondrían simplemente un traslado de capacidad de decisión de la base a la cúpula directiva.

2.      Nada más lejos de la realidad. Por muy capacitada y eficiente que sean las direcciones de los partidos, no son más que un grupo de personas incapaces por sí mismas de controlar a medio plazo el propio partido político ni de influir eficientemente en la sociedad, ganar elecciones, etc.

3.      Las cúpulas de los partidos necesitan siempre apoyarse en algún tipo de poder fáctico. Si dejan de apoyarse en su propia base, como sucede sistemáticamente en nuestro entorno, automáticamente se van apoyando en otro tipo de soportes fácticos que les permiten mantener su influencia y su capacidad de control.

4.      Estos poderes fácticos que sustituyen a las bases de los partidos tienen una relación muy directa, en primera instancia, con las fuentes de financiación. Los partidos tienden a depender cada vez menos de las cuotas de sus afiliados y militantes, a la vez que dependen cada vez más de aportaciones de empresas o bancos y de subvenciones públicas relacionadas con los resultados electorales. (Con excepciones, como la financiación sindical de partidos laboristas en el mundo anglosajón).

5.      Las consecuencias de las aportaciones empresariales o bancarias son evidentes. El poder fáctico de empresas y bancos sobre los partidos se incrementa de forma directamente proporcional al peso de estas aportaciones en la financiación.

6.      La financiación pública no deja de tener consecuencias estratégicas evidentes. Cuando se convierte en la fuente principal de financiación, el partido pierde su capacidad estratégica y la obsesión electoralista arrasa rápidamente con los objetivos ideológicos. Recordemos que esta obsesión electoralista no es neutra. Los partidos políticos saben perfectamente que las elecciones se ganan o se pierden gracias a los medios de comunicación. El partido que depende de la financiación pública se convierte inmediatamente en esclavo de los medios de comunicación dominantes.

7.      A su vez, los medios de comunicación dominantes no son neutrales. En su práctica totalidad, están al servicio de la oligarquía corporativa. Como consecuencia de ello, el partido político que depende fundamentalmente de la financiación pública rápidamente va viendo su discurso modulado primero, condicionado después y determinado finalmente, por el marco definido para ellos por la élite corporativa a través de los medios de comunicación.

8.      De esta forma, nuestros partidos políticos van cayendo inevitablemente, uno tras otro, en la esfera de influencia de las grandes empresas. Eso sí, manteniendo supuestos mensajes de izquierda, derecha o centro, imprescindibles para mantener la apariencia de pluralidad.

9.      Los condicionantes financieros que acompañan el proceso de burocratización son casi determinantes de este rápido giro de acercamiento a los intereses de las grandes empresas. Pero no son el único factor, por supuesto. El fenómeno de las “puertas giratorias” no sólo funciona con puestos en la administración y en los gobiernos. También funciona con los líderes de partidos políticos. Todos conocemos casos de líderes de partidos autodenominados “de izquierda” que, de pronto, acaban convertidos en millonarios o multimillonarios. Por supuesto, tolerar este tipo de procesos tampoco es gratis para la estrategia del partido político afectado.

 

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