El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo EL RETO DE LA SUPERACION DEL PETRODOLAR

El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo

EL RETO DE LA SUPERACION DEL PETRODOLAR


1.     La utilización de la moneda fue esencial para facilitar los intercambios y hacer posible el desarrollo económico. El dinero está tan relacionado con la economía de mercado que sin el mismo resulta impensable una economía avanzada. Sin embargo, la canalización del conjunto de la riqueza a través de la forma de dinero ha sido un constante reclamo para el acceso ilegítimo a la riqueza. Agentes privados y públicos han pugnado históricamente por interferir en el proceso de creación y utilización del dinero como una forma de piratería más o menos institucionalizada.

2.     El ejemplo habitual de este tipo de “piratería”, aunque no el único, era el abuso por parte de los monarcas de su facultad de acuñación de moneda. Diluir la proporción de oro o plata de una moneda en un 10% podía permitir al rey o emperador que la acuñaba apropiarse ilegítimamente, de forma progresiva, de nada menos que un 10% de la riqueza del país (o de la economía mercantil del país). Una tentación constante.

3.     Lamentablemente, el sistema actual de monedas fiduciarias no sólo no ha terminado con este tipo de abusos, sino que –al contrario- los ha facilitado notablemente. Durante las últimas décadas –a partir de la ruptura de la relación entre el dólar y el oro durante la administración Nixon en los años 70- esta apropiación ilegítima se ha convertido en masiva y se ha manifestado en dos direcciones:

A.     Una constante transferencia de recursos desde la economía real hacia la economía financiera y hacia los grupos de interés más relacionados con los bancos centrales

B.     Una permanente transferencia de recursos desde todo el mundo hacia Estados Unidos, como consecuencia del dominio del dólar como moneda de reserva y de referencia en los contratos internacionales.

4.     Desde el punto de vista del modelo de desarrollo europeo, la superación del actual sistema monetario internacional, basado en lo que se ha denominado como el “petrodólar”, es fundamental para revitalizar nuestra capacidad de desarrollo.

5.     El sistema de “petrodólar” se basaba en que el dominio político de Estados Unidos sobre los países productores de petróleo de Oriente Medio aseguraba que el dólar mantenía su hegemonía monetaria en el mundo. Esta hegemonía ha permitido a Estados Unidos financiarse artificialmente de forma permanente durante estas décadas, a costa de la detracción de recursos del resto de economías del planeta.

6.     Este mecanismo ha sido, sin duda, negativo para la economía europea, pero –sorprendentemente- ha terminado siendo letal incluso para la economía estadounidense. La financiación excesivamente fácil del consumo y del gasto ha facilitado que la economía norteamericana disponga de una capacidad productiva cada vez más débil y una sociedad y un gobierno cada vez más endeudados.

7.     La superación del sistema de petrodólar, que venía planteándose desde distintos proyectos alternativos, era tradicionalmente percibida por Estados Unidos –o por las élites que controlaban este país- como una amenaza existencial, como un verdadero “casus belli”, con el cual se han relacionado, por ejemplo, la invasión y destrucción de países como Irak o Libia.

8.     Todo ha cambiado con la presidencia de Donald Trump que, consciente del desastre que, a largo plazo, este sistema estaba suponiendo para la economía real norteamericana, ha venido a plantearse –por ahora, a un nivel meramente conceptual- la necesidad de sustituir cuanto antes el actual sistema monetario.

9.     Europa debe apoyar entusiásticamente estos esfuerzos. Y debe plantear sus propias alternativas al sistema monetario actual. El papel del euro y de las distintas monedas europeas debe situarse cuanto antes en un nuevo contexto. Un contexto en el que, por un lado, se evite el continuo drenaje financiero actual hacia Estados Unidos. Y, por otro lado, Europa disponga de un sistema monetario claramente enfocado al apoyo de la economía real y del desarrollo económico y social.

10. Sorprende, en este sentido, que ni la Comisión Europea ni el Banco Central Europeo se encuentren en este momento activamente implicados en impulsar el debate sobre el futuro del sistema monetario. Es evidente que los intereses de la oligarquía financiera en mantener el sistema actual son enormes. Pero Europa corre el riesgo de quedar marginada de los cambios que se aproximan y, una vez más, perder otra oportunidad histórica de recuperar el dinamismo económico.

 

Documentos sobre EL FUTURO DEL MODELO DE DESARROLLO EUROPEO

Otros documentos de EKAI Center