"6. Es posible que el País Vasco haya perdido parte de su tradicional
seriedad y nos hayamos convertido en un país que cada vez habla más y cada vez
hace menos. Pero esperar que nuestras empresas se hagan participativas
simplemente en base a declaraciones conceptuales o en base a engañarnos a
nosotros mismos es absurdo. La realidad es la que es y las proclamas y las
buenas intenciones son lo que son. Si nos tomamos en serio la participación de
los trabajadores en la empresa y no se trata de un mero discurso demagógico,
hay que tomar medidas normativas. Y hay que tomarlas cuanto antes. O bien nos
olvidamos del tema y dejamos de presumir de lo que no somos".