"8.
Si los
empresarios no invierten porque tienen fuentes de ingresos más atractivas en
inversiones financieras (incluyendo paraísos fiscales) o en servicios de bajo
valor añadido, o reduciendo artificialmente el precio de la mano de obra a través
de la explotación laboral femenina o de la inmigración masiva, los gobiernos deben
tomar las medidas penalizadoras necesarias para desalentar estas opciones
alternativas. Y, en su caso, incentivar de forma directa la inversión
productiva. Si, a pesar de todo ello, las empresas continúan sin invertir,
deberían saber que están dejando a la economía y a la sociedad europea sin
opciones. Y deberían saber lo que, a medio o largo plazo, les espera como
consecuencia de ello".