"3.
El cambio fue
radical. Las clasificaciones siempre son arriesgadas, pero no andaríamos muy
lejos si apuntamos que el anterior modelo de “política industrial proactiva”
fue sorprendentemente sustituido por un modelo liberal en el que la economía productiva
y el desarrollo tecnológico han sido claramente desatendidos, mientras el
debate público se centraba de forma prácticamente única en la gestión de los
presupuestos públicos.
4.
Las políticas
anti-crisis facilitaron difuminar y confundirnos a nosotros mismos sobre lo que
estaba sucediendo. Pero la evolución de estos 12 años ha confirmado una y otra
vez que, a pesar de nuestro empeño en presumir frente a otros territorios de
las maravillas de nuestro “modelo”, nosotros mismos llevamos más de una década
deshaciéndolo".