"3. La productividad por hora puede ser una primera aproximación. Pero recordemos que la “capacidad productiva potencial” no es un objetivo de productividad, sino de “capacidad productiva”. No se trata de maximizar la producción por hora, sino la “capacidad de producir” por hora. Los ciudadanos o la sociedad pueden optar por utilizar esta mayor capacidad en producción o bien en otro tipo de objetivos personales o sociales.
4. La productividad por hora, sin embargo, sirve para abarcar uno de los primeros retos de la “capacidad productiva”: el tiempo de trabajo. Si sustituimos el PIB per capita por la productividad por hora como objetivo, hacemos compatible este indicador con la reducción del tiempo de trabajo, valorada siempre negativamente en el PIB".
"6. Teniendo en cuenta el carácter central de las fuentes de energía para cualquier modelo de desarrollo, lo que debemos proponer a las instituciones de la Unión Europea en este sentido es, probablemente, “cierta prudencia”. Hasta ahora, los cambios en las fuentes energéticas se han producido siempre a la búsqueda de fuentes más densas y eficientes, que han facilitado saltos adelante en la productividad y en la capacidad de desarrollo de la humanidad. Intentar ahora hacer lo contrario es ciertamente arriesgado y, en cualquier caso, debe inducir al menos a extremar las precauciones en el diseño de los objetivos y en el establecimiento de estrategias".
"8. Se estima que, triplicando los esfuerzos económicos destinados a la energía de fusión nuclear, los plazos para su operatividad y comercialización se reducirían a la mitad, lo que nos situaría ya en un entorno de 10-15 años a partir de ahora. Se trata de plazos que pueden ya perfectamente integrarse en la planificación a largo plazo de nuestro desarrollo económico y social. La Agenda 2030 se sitúa en un contexto temporal similar y los objetivos de desarrollo sostenible, reducción de las emisiones de carbono, etc., que parecen ser incompatibles con la realidad actual de nuestras opciones energéticas, pueden hacerse posibles y verosímiles mediante una apuesta intensiva por la energía de fusión nuclear que haga viable su implantación durante la década que se inicia precisamente el 2030".