"7.
Estos poderes
fácticos –medios de comunicación, ONGs, grupos financieros, redes globalistas-
controlados desde el sector globalista de la élite corporativa, ejercen todavía
una presión aplastante sobre todo tipo de grupos políticos europeos. Dejarse
llevar por esta presión ha supuesto ya la desaparición de los grupos socialdemócratas
en varios países europeos, aunque –a la vez- la complicidad con los mismos es
todavía fundamental para acercarse el poder. Pero todo está cambiando, y muy rápidamente".