"2.
El peso del
modelo todavía en vigor sobre unos y otros grupos políticos hace
extraordinariamente difícil que, tanto desde el gobierno como desde la oposición,
los grupos socialdemócratas sean capaces de articular políticas o plataformas
electorales alternativas al modelo actual. Sin embargo, ello no significa que
la socialdemocracia deba mantenerse ciega ante los cambios estructurales que se
avecinan.
3.
Si no se
preparan adecuadamente, los grupos socialdemócratas corren el riesgo de ser
arrasados por el nuevo modelo de desarrollo socioeconómico que sustituya al
actual, ya sea de forma progresiva o repentina".