No sería exagerado decir que el discurso del 1 de marzo de 2018 del presidente Putin en la Asamblea Federal tuvo un efecto tectónico en la opinión pública mundial. Inicialmente, algunos trataron de descartarlo como "propaganda rusa", pero muy pronto la realidad golpeó duro, muy duro: los rusos ya habían desplegado o estaban a punto de desplegar sistemas de armas que estaban décadas por delante de cualquier similar en Occidente y contra el cual Occidente no tenía medidas defensivas.
Para aquellos interesados en un