La izquierda europea quiere recuperar al pueblo


La extrema izquierda europea busca soluciones para recuperar los votos que perdieron en beneficio de la extrema derecha. El debate interno ha estallado por la postura a adoptar con la inmigración, aunque no sea este el único asunto en discusión.

Las fuerzas políticas europeas a la izquierda de la socialdemocracia agonizante se plantean, por fin, la pregunta que durante lustros han preferido dejar debajo de las alfombras: "¿Qué hemos hecho mal para haber perdido el apoyo de las clases populares?"

Populismo de derecha: el "gen dormido" de la democracia
Hasta hace poco, los votantes que dan su apoyo a formaciones consideradas nacionalpopulistas o de extrema derecha, como término equivalente a un insulto, no eran sino "fascistas", a los que la crisis causada por las puertas abiertas a la inmigración masiva en 2015 les valía otro epíteto, "xenófobos".
Pero un simple estudio sociológico al alcance de un estudiante de primer año de universidad ya demostraba hace años que entre los nuevos votantes de los partidos execrados por la moral de izquierda se encontraban miles de ciudadanos que tradicionalmente, de abuelos a nietos, habían confiado su esperanza en organizaciones de izquierda, y, especialmente, en los partidos comunistas.

Marine Le Pen, cambio de nombre pero no de familia
En Francia, donde la saga Le Pen forma parte del escenario político desde los años 70, los debates sobre cómo frenar el auge del Frente Nacional, ahora bautizado Reagrupación Nacional, han dejado afónicos a políticos, intelectuales y universitarios, sin que ninguno haya encontrado, hasta el momento, la solución. Cuando la derecha tradicional ha intentado pescar en aguas del FN o RN, la izquierda se levantaba en armas verbales para denunciar el delito de "lepenización".
La izquierda francesa, desde